¿Realmente los jóvenes tienen una buena alimentación?

La etapa de la adolescencia y pre adolescencia, es complicada tanto a nivel físico como emocional y mental, debido a que viene con una serie de cambios físicos significativos para los más jóvenes; maduran sexualmente, pegan el estirón y aumentan de talla y peso que se reparte de diferente manera en los chicos, acumulándose la masa muscular en tronco y abdomen, y en las niñas alrededor de las caderas y los muslos. Estos cambios derivan en un descontrol alimenticio, en muchas ocasiones debido a la sobreexposición y vulnerabilidad que tienen a esa edad, en la que se ven demasiado influenciados por modas, publicidad e información que acaban por crear en ellos hábitos tóxicos.

Es importante que en la fase de desarrollo, como es la adolescencia, la alimentación de los más jóvenes sea lo más sana y equilibrada posible, acompañada de hábitos de vida saludables como hacer deporte o descansar adecuadamente. No hay ningún misterio en la dieta que tienen que llevar los más jóvenes, ya que es prácticamente igual a la que debe llevar un adulto, exceptuando alguna salvedad. Lo recomendado es que lleven una dieta mediterránea en la que se incluyan legumbres, hortalizas, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva virgen... Otros alimentos relevantes, pero que, no obstante, deben consumirse con menor frecuencia y cantidad son los pescados, carnes, huevos y lácteos. Y en cuanto a las bebidas… está de más decir que las bebidas energéticas o carbonatadas son la peor opción para una dieta mediterránea, la única y primera elección debería ser el agua.

Cabe destacar que el desayuno es lo más peligroso y lo más susceptible de saltarse. Una de las grandes fortalezas según el análisis DAFO de esta etapa, es la sensibilidad por la salud y la ecología, el gusto por conservar el físico, la capacidad para discernir los mensajes. Fortalezas que deben de aprovechar para fomentar hábitos saludables en familia y la creación de ídolos con hábitos también saludables .

Además, cada dieta debe adecuarse al ritmo de vida que lleve al adolescente, es normal que a esas edades coman en exceso, están en una fase de desarrollo y crecimiento y, por lo tanto, el requerimiento energético es mayor.

En el blog de hoy queremos compartir con vosotros 5 alimentos que no deben de faltar en una buena dieta para los más jóvenes de la casa:

  1. Ensalada

Un plato que se adapta al gusto de cada uno, y que pueden añadir lo que más les guste, desde frutos secos, lácteos, fruta, verdura, legumbres… Es una manera de incluir en una misma comida varios alimentos de la cadena alimenticia. Una ensalada no debería faltar nunca en la mesa.

  1. Lácteos

Es importante el consumo de lácteos en la dieta mediterránea, ya que a esas edades el consumo de calcio es importante para incrementar su almacenamiento óseo y a su vez puede contribuir la prevención de enfermedades degenerativas. La leche y sus derivados son una buena opción, en cuanto a los quesos lo mejor es optar por curados antes que frescos. Aunque también pueden encontrar los beneficios del calcio en otros alimentos como las sardinas en lata, el brócoli, los garbanzos, las almendras…

  1. Salmón

Un pescado azul que aporta omega-3, proteínas, vitaminas del grupo B, minerales y ácidos grasos poliinsaturados. Es un alimento beneficioso, debido a los ácidos, influyendo en la actividad cerebral, que en esas edades está en constantes cambios. Otros alimentos ricos en omega-3, además de los pescados azules, son el aceite de oliva y el aguacate.

Se recomienda que el modo de preparación no sea frito, y se haga con técnicas de cocción como el papillote.

 

  1. Fresas

Uno de los alimentos que no debe faltar es la fruta, aunque la mayoría sustituye la pieza de fruta por snacks o bollería. Para que se les facilite el consumo de fruta, se le puede dejar en la nevera ya troceada, para que así no tengan que pelar ni cortar y sea más fácil y cómodo para ellos comerlas. También es adecuado escoger frutas de temporada, como las fresas en primavera, acompañadas de un chorro de zumo de naranja, menta o para los más golosos bañados con un poco de chocolate negro sin azúcares.

  1. Plátano

Es una de las frutas más cómodas y prácticas para comer, son ricos en triptófano, un aminoácido esencial que no producimos nosotros mismo y que es necesario obtenerlo a través de nuestra alimentación. Su consumo ayuda al mantenimiento de músculos y proteínas, además de reducir la ansiedad y por consecuente ayuda a descansar mejor.

Una de sus mayores ventajas es la funcionalidad que tiene, ya que se puede comer normal o introducir en infinidad de recetas como bizcochos, batidos, magdalenas… aunque se deben consumir moderadamente ayuda a reducir el consumo de ultra procesados.

Cobra importancia dejarles claro lo primordial que es seguir una dieta como la mediterránea para gozar de una óptima salud física y mental, no abusar de la bollería, snacks, comida rápida, refrescos o incluso alcohol.

No queremos dejar de mencionar que existe un patrón en cuanto al consumo de alimentos no saludables que se diferencia en el nivel socioeconómico de cada hogar. La presión obesogénica se refleja sobre todo en los barrios con las rentas más bajas, en los que encontramos también más establecimientos de comida rápida que en los barrios con posiciones más altas.

Por lo tanto, debemos intentar que los adolescentes se sientan más atraídos por alimentos saludables y ricos que en comida basura y ultra procesados.

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